Contemplando las cumbres del Huandoy hace 4 años, el año 2012 empecé a soñar con mi proyecto “Perú sobre límite” consistió en ascender los 3 picos del Huandoy Norte, Sur, Oeste. Todos más de 6000 m. Todo empieza el día 22 de Mayo. Partimos hacia el campamento base de la montaña el Pisco (refugió Perú) con mi amiga Jami Caviedes a quien agradezco infinitamente por su compañía y desinteresada ayuda en esa expedición. El día estuvo soleado y radiante, con adrenalina e impaciencia caminamos hasta el campo base (4.765 m.).

Al día siguiente continuamos hacia el campamento morrena. Después de armar la carpa y arreglar las cosas para la noche, espere hidratándome, filosofando con Jami sobre la vida y las oportunidades que tene-

mos para ser feliz. Sin embargo, la sorpresa más grande que nos llevamos fue cuando nos dimos cuenta que olvidemos los fósforos en la mesa de mi casa. Ninguno de nosotros tuvo ni un solo fosforo, ni un encendedor, que locura de olvidar el fosforo para una expedición tan grande. A veces, cuando piensas en muchas cosas se te escapan pequeños detalles como el fosforo y el papel higiénico! Encontramos una alemana, un checo y un inglés al día siguiente, nuestra suerte fue tan grande que tampoco tuvieron fosforo! Pero una cocina con encendedor automático, y cocinamos por adelantado para los días restante.
El día 24 el tiempo se mejoró, abrí la carpa, las condiciones climáticas estaban estables, sentí que era el momento propicio.

A las 10 de la noche inicie la salida desde el campo morrena (4.900 m). La luna estuvo llena y brillante. Me acompaño para cruzar el plato de grietas hasta llegar a la canaleta. El tiempo estaba siempre bueno. Debajo de la canaleta me senté y pensé sobre lo que estaba haciendo y si continuaría o no. Este lugar tiene fama de haber desaparecido expediciones, caen muchas avalanchas en este sector. Concentre todas mis energías y que por miedo a los fracasos o en este caso a la muerte no podría dejar de seguir haciendo mis sueños realidad. Así que después de un suspiro muy fuerte y con mucho coraje y valor convertí el miedo en ganas de llegar a la cumbre.

Ascendí 250 m de una escalada mixta con mucha rapidez y anestesiado con la adrenalina me hizo cruzar toda esta pared en menos de una hora. Al terminal este mixto de pared pude darme cuenta estaba cerca del plato glaciar. Después de unos 20 minutos más de caminata hasta el col vi la hora, era las 4 de la mañana. El resplandor de la luna me hizo sentir como si fuese de día. Siempre quise estar en este lugar y ver que había detrás.

Estuve muy contento de a ver llegado hasta ahí, la satisfacción de querer continuar y hacer la cumbre sur fue tanta que empecé a correr a más de 5000m de altura. Ya que para este proyecto entrené 4 meses arduo y metódicamente. La nieve era perfecta, sólida y compacta, empecé a escalar sin dificultad hacia la arista superior que me conduciría a la cumbre Sur. Escale como unos 200 metros pero la

mentablemente faltando poco para la arista encontré un hielo muy duro que no me dejo avanzar, ya que tenía aproximadamente unos 80° a 90° de inclinación. Pude a ver continuado pero a ver hacia el Yanapaccha vi acercarse una tormenta de nubes muy negras. En ese momento me di cuenta que no conseguiría la cumbre Sur y si por lo menos me daba el tiempo con mucha suerte me realizaría la Norte. Desde el plato la cumbre Norte es el más accesible de las tres. Hice un avalacof y rapeles con mi cordino de keblar de 70 metros, baje en 4 rapeles y el resto lo destrepé. Cuando regrese al plato fue como las 8 de la mañana, desde ahí creí que podría subir a la cumbre Norte en una hora y media sin embargo las condiciones de nieve en polvo y las grietas enormes me dificultaron el paso.